05 octubre 2009

Capítulo 14: El primer beso

En cuanto salté por la ventana sentí a Ashn encogerse a mi espalda. Planeé un poco hasta que mis alas se desentumecieron. Llevaba al menos 2 años sin volar con ellas aunque supongo que esto nunca se olvida.

La belleza de la ciudad desde el cielo era indescriptible, el sol estaba a punto de esconderse por lo que los colores que predominaban en aquel bello paisaje eran anaranjados. Sobrevolamos toda la ciudad hasta comenzar a adentrarnos al bosque. Todo lo que nos rodeaba eran montañas.

Sentía a Ashn aflojar su agarre. Estaba cada vez más débil, no creo que pudiera incluso andar hasta el lugar en que habíamos quedado. Tome la decisión de seguir volando hasta el lugar.

- Ya llegamos, Ashn. Aguanta por favor. Pronto estaremos con Nazan.- No sé si me escuchó, el aire cortaba cualquier intento de comunicación.

La noche estaba cada vez más cerca. Nos quedaban al menos unos 5 minutos de viaje cuando Ashn deshizo su agarre de mi cuello y caía en el vacio del cielo. En un movimiento rápido y brusco la pude coger en brazos mientras seguía volando.

Su cara estaba demasiado pálida, el bebé se estaba muriendo. Necesitaba alimentarse, pero no podía darle lo que quería al menos no ahora. La noche caía por segundos y mis poderes se debilitaban. Sólo me quedaban unos minutos de vuelo… no sé si lo conseguiríamos, habíamos tardado demasiado en salir.

Mis alas pesaban cada vez más, mis brazos no podían aguantar el peso de Ashn. El vuelo se hacía cada vez más cercano al suelo. “Solo un poco más” “solo un poco más” me repetía una y otra vez. Y justo en el momento en que pensé que nos caeríamos ambos al suelo… mis fuerzas volvieron. Lo había conseguido, estábamos muy cerca. Erika estaba cerca.

Mis poderes se fueron duplicando a medida que nos acercábamos al punto de encuentro. Por supuesto, ahora que mis poderes se habían recuperado podía alimentar a Ashn aún de noche, sabiendo que Erika estaba a mi lado. ¿Por qué mis poderes mejoraban y no decaían aunque fueran de noche siempre y cuando estuviera con mi princesa?

En seguida les encontré. Respiré aliviado Erika lo había conseguido, Nazan estaba allí. Pero también había otra figura a su lado, otra vampiro. Pero no le miré mucho, como siempre mis ojos eran para Erika. Su mirada era de alivio incluso desde la distancia en la que me encontraba. El bosque era algo frondoso pero existían bastantes claros cercanos a su posición. Creo que nunca imaginaron que pudiera llegar volando.

En cuanto encontré un claro no muy lejos del grupo aterricé lo más suave posible. En el momento en que pise tierra, Ashn abrió un poco los ojos.

- Ya estamos Ashn. Ya estamos, aguanta. – Reconozco que en cuanto vi a Erika había olvidado que tenía a Ashn en mis brazos. Me asusté verla tan débil, tenía que alimentarla ya.

Anduve hacía donde estaban, no hacía falta que mirara donde se encontraban, lo sabía. En cuando estuve lo bastante cerca levanté la vista.

La vi. Estaba con mi hermano. Mi hermano estaba agarrando a Erika de la cintura y se veía que ninguno de ellos veía algo raro en ello. Mis celos me golpearon tan duramente que casi dejo caer a ashn. Me ardía la sangre, el sentimiento de posesión de Erika recorría mi cuerpo como de un relámpago se tratase. Me azotó tan duramente que por un momento mis ojos se cegaban. Y entonces clavé mi mirada en Nazan, su mirada lo decía todo, era odio puro hacía mí. Su mirada bajo hasta Ashn que descansaba en mis brazos.

- Izan, no aguanto mucho más.- Me dijo en un susurro, no creo que ninguno de los vampiros lo escucharan.- El bebé necesita comer, por favor.- Se hecho a llorar. Su dolor debía de ser insoportable.

Me agaché para recostarla en el suelo mientras palpaba su tripa para sentir al bebé. ¡Oh mierda, mierda! El bebé estaba desesperado por comer. Tendría que haber hecho algo antes. Un ser sobrenatural estaba en cinta alrededor de los 5 meses donde el feto maduraba gracias a la sangre que ingería la madre, se tenían que alimentar muy a menudo. Si no se alimentaban…

- Izan ¿Qué le pasa? ¿Qué le has hecho a Ashn?- Sus palabras se tornaron furiosas.- Sí le has hecho algo…- Sus amenazas ya no tenían ningún sentido para mí. Tanto Nazan como Erika se acercaban a nosotros cogidos de la mano. ¿Pero a qué jugaban?

- Yo no le he hecho nada estúpido. ¿Es qué no te das cuenta de lo que pasa? ¿No la notas algo diferente desde que la abandonaste?- La deje en el suelo y me levanté para enfrentarle. Y entonces Nazan se quedó blanco. Su mirada estaba en aquel bulto del vientre del hada. Las manos de Ashn lo acariciaban de arriba a abajo como arrullándolo. Nazan reaccionó y se arrodilló junto a ella.

- Ashn, Ashn. ¿Qué ocurre?- La cogió de la mano. Solo con su contacto el bebé y Ashn se calmaron.

- Nazan, no me diste tiempo a decírtelo…Me dejaste allí.- Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

Les dejé un tiempo para ellos, quizás no lo hacía por mi hermano pero sí por Ashn. Y mi mirada volvió a Erika. ¿Siempre había sido así de preciosa? Por fin íbamos a tener aunque fuera un minuto para nosotros y por supuesto no lo iba a desaprovechar. Me acerqué a ella con mi mirada fija en la suya. La agarré sus manos con las mías, entrelazando nuestros dedos. Y tal como había soñado un millón de veces la besé.

Fue el beso más hermoso que nadie podía imaginar, de eso estaba seguro. Volqué en él todo mi amor, cariño, pasión, dulzura que había sentido por ella en tanto tiempo.

Sus labios sólo unos grados por debajo de los míos se sintieron húmedos y calientes, suaves y únicos. Desenlacé una de mis manos de las suyas para poder acomodarla a su mejilla. Se sentía tan perfecto todo que lo que nos rodeaba no tenía ningún sentido. Nuestros labios se movían al unísono y cogían todo lo que podían del otro. No hubiera sido necesario hablar ni siquiera respirar todo lo que necesitábamos, todo el sentido de nuestra vida se encontraba aquí en este preciso instante. Pero lo tuve que hacer, quería que quedara claro.

- Cariño.- Dije entre uno de los besos.- He estado esperando este momento tanto tiempo.- La volví a besar.- Te he echado tanto de menos.- Mi mano le acariciaba la cara.- te he deseado tanto, mi cuerpo lloraba por ti, mi amor.- La volvía besar pero esta vez no volvería a separarme.

Su mano libre subió hasta mi cara y la acarició con la yema de los dedos desde mi frente hasta mi cuello. En ese instante se congeló y se separó de mí para examinar mi cuello. ¿Qué ocurría? Su cara fue primero de sorpresa y después de fascinación.

- ¿Ocugnn…?- Sus palabras no tenían sentido, lo volvió a intentar.- ¿Ocurrió de verdad?- No sabía de lo que me estaba hablando. Se debió de dar cuenta de que no tenía ningún sentido.- Tenía mis sospechas pero ninguna certeza.- Lo dijo para sí misma más que para mí.- Se alimentó de ti y tu le rasgaste el vestido, casi… ejem.-

-¿Cómo..? ¿Cómo sabes eso?- No sabía como había sido capaz de saberlo, los únicos que estaban allí éramos Ashn y yo… Me sobrevino una idea.- ¿Lo viste? – Movió su cabeza en señal de afirmación.- Por ti eso no llegó a má…

- ¡Izan! – Quién gritaba mi nombre era mi hermano, ¿Qué querría de mí? - ¡Izan ven aquí! ¡Es Ashn!

Eso sí que tenía sentido para mí. Reaccione antes de Erika ni siquiera pestañeara. Ya estaba arrodillado al otro lado de mi hermano junto a Ashn.

- Ashn Ashn ¿Me escuchas?- No contestaba. Necesitaba alimentarse. – Mierda.- La cogí la cabeza la coloqué en mi regazo.- Necesita sangre.- Dije mirando tanto a Nazan como a Erika. Tenía que volver a alimentarla y no sería desagradable del todo, esta vez tenía que ponerme en evidencia delante de mi hermano y mi amor. No creo que debería de ser muy agradable de verme disfrutarlo.

- Vale yo me ofrezco.- Dijo Nazan mientras se remangaba la camisa. Pero yo ya estaba negando con la cabeza.

- El bebé necesita sangre de ángel. Además la mía le dará mucha más fuerza por ser más antiguo.- Por supuesto no necesitaba que nadie me diera el visto bueno, solo quería que Erika lo entendiera. Y entonces hizo lo que menos me esperaba se arrodilló a mi lado.

Cogió mi mano y con su propia uña realizó una pequeña herida en mi muñeca. Un pequeño reguero de sangre cayó de ella que no dejó caer al suelo sino que lo recogió con su otra mano. Mientras ella me miraba a la cara se llevó su dedo con mi sangre a la boca. En cuanto su lengua tocó mi sangre de su boca salió un gemido.

Mientras ella disfrutaba con mi sangre coloqué mi muñeca en la boca de Ashn, a la que en el instante en que mi sangre cayó por sus labios su boca se abrió y sus dientes se hincaron en mi muñeca.

En cuanto su boca comenzó a beber de mi sangre todo mi cuerpo se sacudió de placer. Erika no se quedó atrás, su cara mostraba lo que había disfrutado con mi gota de sangre robada.

- Te quiero Izan.- No era el mejor momento, de eso estábamos seguros todos. Pero no me dio tiempo a pensar mi placer aumentaba con cada succión. Erika me besó.

No se parecía en nada al beso que habíamos tenido antes. Este era un beso de gozo, prometía placer y éxtasis sin precedentes. Nuestras lenguas se unían y enredaban con pasión.

Entonces una voz apareció en mi cabeza:

“Izan como osas desafiarme de esa manera escapándote con ashn. Esto traerá consecuencia. Se que está embarazada y que el niño es de tu hermano. Quiero al bebé y lo quiero muerto. No es más que un bastardo y no puede vivir aquí con nosotros. He mandado mi guardia personal a buscaros con órdenes directas de matar al que se ponga por delante. Y me da igual que sea tu hermano, ashn o esas vampiras que están con vosotros. Tu propia cabeza corre peligro. Se dónde estáis así que id despidiéndoos”

Tanto yo como Erika, como Ashn nos quedamos inmóviles. Ashn lo había escuchado todo por estar bebiendo mi sangre y Erika… cada vez estábamos más conectados. Ambos miramos a Ashn y luego a Nazan.

- Nazan.- le llamé- Tenemos que irnos. Saben dónde estamos.- Miré a Ashn, su cara estaba mucho mejor.- Viene por nosotros la guardia personal de Alishea.- le dije mientras dejaba de alimentar a ashn, no podía darle más, no se cuanto tiempo tardarían en encontrarnos. No podía perder más energía.

- Cariño, tenéis que iros. – Miré a Erika, mi Erika. Pasase lo que pasase era mía para siempre.- No tardarán en llegar aquí. Calculo que en una hora más o menos. Estoy seguro de que no vamos a poder con todos a no ser que haya un milagro.- Mi ojos intentaban memorizar cada línea de su bella cara. Aún tenía el sabor de mi propia sangre por su beso. Mis labios sentían la ausencia de los suyos.

- Izan no me importa luchar. – Me dijo rodeándome la cara con sus manos. – Además ella también es mi hermana.- Dijo señalando a la vampira que estaba apartada de nosotros.- Sin dejar a un lado que prefiero morir contigo que vivir sin ti.- había amor en su rostro. Si Erika se quería quedar era su decisión.

- Nazan hermano. ¿Por qué no te vas con ashn? Ella no puede luchar en su estado y la podrían herir.- Miré a la tripa de Ashn.- Además madre dice que quiere al bebé y… lo quiere muerto - su mirada se lleno de rabia.

- No me iré dejándoos luchar sin mí Izan. ¿y perderme toda la diversión? Naaaa- Dijo haciendo un gesto con la mano.- Además- se giro hacia ashn – no dejaré que nada te pase cielo. Os protegeré a los dos con mi vida si es necesario.- Se inclinó sobre ella y le dijo en un susurro.- Te quiero, siempre te he querido ashn.- Y la beso. Ashn lloraba de felicidad y se fundieron en dulce beso lleno de amor y anhelo.

- Muy bien.- Pasee la mirada alrededor. -¿y tú? Pamv, te llamas así ¿verdad?- Dio una cabezada de confirmación.- ¿te vas o te quedas?- su mirada se traslado a nazan y ashn. No sabía de que iba la historia pero su cara mostraba dolor, rabia y envidia.

- Pamv, será mejor que te vayas.- Le dijo Erika a su hermana.- Vuelve a casa, no quiero que te maten.- Pamv la miró con asombro.

- Ni loca me pierdo esto.- Lo dijo como si estuviéramos ofendiéndola con el simple hecho de mentarlo.- Además yo también se luchar. Además ¡¿quieres que se lo diga a mama?! Lo digo para que mande compañía.- le preguntó pamv con malicia. Vi a Erika palidecer.

- No, no digas nada por favor. Podríamos empezar una guerra si mamá se enterara de que Alishea ha mandado a alguien a por nosotros.-

- Bien si todo ha quedado claro podemos disponernos para luchar. Pero antes que nada- Dije girándome a Nazan y Ashn- hay que esconder Ashn en un lugar segu...- entonces en el silencio del bosque sonó una risa inconfundible “muahahaha” pero no podía ser ella. Ahora sí que no estaba seguro de cómo iba a acabar todo esto.

- Anda mira Loren, una reunión en el bosque y nosotras sin estar invitadas.- Era Virgin venía caminando con su hermana y ponía cara de enfado fingido.

- Qué hacéis aquí vosotras dos. Me parece que quedó todo claro la última vez. Este no es un buen momento.- le dije poniéndome delante de erika y ashn.

- Es que hemos olido algo extraño,- se encogió de hombros.- y hemos venido a ver.- dijo Loren. Por supuesto, no había caído. Las hadas oscuras tienen un radar natural para captar el olor de un bebé de otra hada.

- Sabemos que el hada esta embarazada y queremos el bebé.- miraron a Ashn pero mi hermano se interpuso entre ellas y Ashn que aún se encontraba recostada en la tierra muy cerca de un árbol.

- Pero a vosotras se os va la cabeza ¿no?- Dijo Nazan enfrentándolas.- Estáis locas si pensáis que os daré a mi hijo- mientras hablaba Nazan. Erika ya tenía su espada en la mano y yo mis dagas. Mi hermano sacó lentamente una especie de daga también y Pamv se puso al lado de Ashn.

- No claro que no estoy loca. – Dijo ofendida.- Lo quiero ya. Huele muy bien- se relamió.- y lo quiero probar. Además- dijo como si tal cosa.- ella no es rival para mí.- dijo señalando a pamv que estaba con Ashn a los pies de un Árbol.

- Quizás ella no maldita zorra, pero yo te cortaré la cabeza perra.- y Erika se tiró encima de virgin espada en mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Enlaces de interés

Related Posts with Thumbnails