25 septiembre 2009

Capítulo 9: Confesiones parte 2

Me levanté del suelo. Y lo único que podía hacer era mirar a mi hermana con una nueva perspectiva. Siempre había pensado que era una persona simple, pero ahora me daba cuenta de que le había subestimado, era mucho más compleja que la mayoría. Me volví a sentar en la cama.

- Perdoname Pamv, no tenía ni idea de…- La miré a la cara intentando dar la sensación de avergonzada. Por sus mejillas caían lágrimas silenciosas. Y lo que nunca había tenido necesidad de hacer, abrazé a mi hermana acunándola entre mis brazos mientras se desahogaba.

- ¿Se convirtió en vampiro después de…?- En el momento en que iba a acabar la frase un gemido salió de su garganta. Eso me sirvió de respuesta. - ¿Qué ocurrió después, Pamv?- Tardó más de media hora en tranquilizarse. Cuando pensaba que quería evitar mi pregunta o que simplemente la había olvidado me contestó.

- Tardó más de una semana en cambiar totalmente de ángel a vampiro. De alguna manera se que yo fui la culpable del cambio, no se exactamente el que hice mal pero lo hice. Le cuide, le atendí, le alimenté y me enamoré de él. A partir de ese día tuve el mejor mes de mi vida. – Una lágrima solitaria se desbordó de su ojo.

- ¿Y entonces qué? ¿Se fue sin más?- Ella solo asintió con la cabeza. Se enjugó las lágrimas y volvió a ser la Pamv de siempre.

- Eso ya da igual. Mama quiere hablar contigo sobre la noche del baile – Su antiguo yo se volvió a mostrar como sí la hora anterior no hubiera pasado nada. Pero ¿eso que había notado en su voz era pena?

-Ay, Pamv, se me había olvidado la noche del baile. – la ansiedad volvió a mi cuerpo como si nunca se hubiera ido. Pero ya de perdidos al río. Mi hermana había confiado en mí, yo podía hacer lo mismo con ella.- ¿Qué voy a hacer? Ya estoy enamorada de alguien… Yo no quiero casarme con ningún vampiro- Agaché la cabeza, odiaba sentirme tan débil. Las lágrimas asomaban por mis ojos. Mi hermana me miraba, con una mezcla de compasión y pena. Y entonces calló en el significado de mi frase.

-¿Cómo que te has enamorado? Y ¿Que quieres decir qué no te quieres casar con ningún vampiro? – Me miraba como si me viera por primera vez. Con esa sensación de creer una situación bajo control y en un segundo todo desmoronarse. Se le encendió la cara con una idea. Se acercó a mi y me comenzó a olisquear. - ¡¡Ayyyyy, por favor no puede ser!!, ¡hueles mucho a sangre de angel! Por favor, miénteme y dime que has cenado uno y que no te has enamorado de la criatura que tiene ese olor.- Su mirada era como de traición. ¿Cómo no podía a oler a Izan? Pero si casi… No, no, no debía pensar en eso. No quería casarme con nadie, no cuando mi corazón no le pertenecía. Mi corazón era completamente de Izan. ¿Sólo había pasado unas horas desde nuestro encuentro? Parecían días. -Contéstame Erika, por favor.- Desde pequeña había sabido como ganarse la confianza de la gente. Su mirada incluso brillaba de la emoción y de la esperanza de que le hiciera partícipe de esta historia de amor. Asi que entonces se lo conte todo.

Comencé por las fantasías que ella ya sabía que tenía, seguí por el encuentro de Nazan, el día con Killian y como me había sentido con él. Continué con el encuentro en el bosque, la lucha con las hadas, como había visto por mis propios ojos que aparecían y desaparecían sus alas. En cuanto llegué a la parte de la daga me observaba con los ojos desorbitados y la boca abierta.

- ¿Te…te… salvó? ¿Te dio de beber de su sangre voluntariamente?- Por supuesto no entré en detalles, pero en cuanto pensé en ese placer, su cuerpo pegado al mío… volví a encenderme.

- Sí y yo…- ¿Qué podía decir que le había matado o que casi le mato? Aún no sabía nada de él. Sí, el sueño se había sentido muy real. Necesitaba algo de tiempo para saber que había sido de él y para saber que podía hacer en contra de la boda.

-Escucha pamv, tienes que ayudarme, por favor, tengo que ganar tiempo. No quiero casarme con nadie y necesito algo de tiempo para averiguar… algo, por favor. – Necesitaba ir a buscarle saber que estaba bien.

Mis ojos estaban que se desbordaban de las lágrimas. En cuanto la miré me dí cuenta de que algo no marchaba bien, tenía esa mirada de compasión y pena. Me miraba como si hubiera algo que se me escaba.

- ¿Qué pasa?- Sabía que algo estaba ocurriendo.

- Tienes que ir a ver a mamá.- Aparto la mirada como si con mi mirada fuera a saber lo que estaba ocurriendo. Quizá mi mirada no, pero me sentía con bastante fuerza como para saberlo. La sangre de Izan me había hecho más fuerte. Me introduje en su cabeza.

Podría haberme esperado cualquier cosa la verdad ¿Pero esto? Nazan y mi madre hablando sobre…¡¡¡Nuestra boda!!!

- ¡Ja! ¡Mamá está loca!- Me paseaba por la habitación hecha una fiera. No podía pensar coherentemente. Y entonces mi hermana volvió a ser mi hermana.

-No te preocupes Erika, si quieres un ángel,- se encogió de hombros- pues te casaras con uno. Madre ya te a buscado uno para ti. Bueno es verdad que es más vampiro que ángel pero supongo que las viejas costumbres no se pierden. - oh mierda no, no y no. Mi madre quería casarme con Nazan. ¿En qué coño estaban pensando estos dos? ¿No se suponía que tenía que elegirlo yo? Tenía que ganar algo de tiempo.

-¿Pamv, él sabe que estas aquí y que somos hermanas?- se puso tensa no esperaba que le preguntara eso.

-No, no me ha visto todavía y tampoco quiero que lo haga.- Sus palabras eran duras, pero a la vez denotaban que no había sido capaz e olvidar a Nazan en todo este tiempo.¿Qué les ocurrió? Tendría que averiguarlo.

¡oh, mi dios, no! No me puedo crer que esto sea real. ¡Qué es lo que había hecho para que me mereciera todo este lío! ¿De verdad me iba a casar mi madre con el hombre que amaba mi hermana?

-¿Madre lo sabe? ¿Sabe qué este Nazan es tu Nazan?-le pregunté. Quería quitarme aquella incertidumbre a toda costa.

-Lo sabe, aunque no lo quiera aceptar-susurró-Ella jamás dejará que me case con él, nunca. Ella lo quiere para ti. Aunque dicho sea de paso no creo que él se casará conmigo tampoco.

-No lo entiendo. Pero, ¿por qué?

-Ve y pregúntales.

No me lo pensé ni dos segundos. Salí de mi cuarto y fui al encuentro de mi madre. Iba hecha un basilisco. La rabia y la irritación me recorrían las venas nublándome la vista. No ví a la persona que tenía justo delante que me enfrentaba y me instaba a parar. Así que choque literalmente contra él.

- ¡Oye Erika mira por donde andas!- Killian me sujetaba para que no me cayera con el golpe. - ¿A dónde vas tan rápido?- Me enderezó y pude ponerme recta.

- Lo siento Killi…- Me sobrevino una ráfaga de olor de su ropa. ¡Pero que cojones! ¡Pero si hasta me era conocida!

- ¡Deja de olerme!- Le miré. De verdad pensaba que lo estaba haciendo de forma disimulada.

- ¿Te has tirado a un ángel?- Entonces caí- ¿La pelirroja? ¿Te has trincado a la ángel pelirroja, pedazo de pervertido? Al menos dime que ella también quería porque s…

- ¡Para, para, Erika! ¿Por quién me tomas?- En su cara se reflejaba toda la traición y la vergüenza que sentía.- Sí, me he acostado con la ángel. Sí, ella también quería.- Sonrió como por un chiste privado.- Aunque nose realmente porque esa chica es un ángel, a mi me ha parecido más bien…- Su voz se fue apagando.- Bueno da igual.- Me volvió a mirar.- ¿A dónde ibas con tanta prisa?

- A hablar con mi madre y con Nazan.

- A pues llegas tarde. Tu madre ha salido a no sé dónde y a Nazan le vi en el bosque. Supongo que estaría cazando.- Se encogió de hombros.

-Gracias Killian. Voy a buscarle, luego si eso hablamos. Me debes una explicación.- ¿Por qué le decía eso? En realidad Killian me importaba y quizás tanto tiempo de juguetear con él, había llegado a pensar que era la única chica. ¡Pero si hasta me había planteado el casarme con él!

- ¿Celosa?- Bajo si voz hasta un susurro sensual. El pasillo era estrecho por lo que no se tuvo que mover mucho como para que estuviera encima mío. Me colocó entre la pared y él, cada mano al lado de mi cabeza y su cara se iba acercando lentamente a la mía.

El fuego me consumía. No había tenido ningún desahogo y en la última noche había estado demasiado inflamada como para apartarme sin más. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para sobreponerme a mi calentura.

- No lo hagas Killian. Luego te explico esto mejor, pero tengo que encontrar a Nazan ya.- Se lo dije con los ojos cerrados y respirando profundamente. Sí le viera casi junto a mi me derrumbaría y sería suya como la última vez. No quería que eso pasara. Le sentí alejarse de mi y darse la vuelta. Abrí un ojo lentamente, aún estaba encogida contra la pared y no le vi en el pasillo. Se había ido y me había dejado sola. ¿Qué habría visto en mi cara como para irse sin más?

No me lo pensé dos veces y eché a correr hacía el bosque. Si usaba mi olfato no tardaría en encontrarlo.

Era un alivio estaba anocheciendo, así que en cuanto encontré un trazo de su olor salí disparada hacia él. Lo olia muy cerca, sabía que estaba por aquí. Entonces me sobrevino el olor de una hada blanca y de… ¡Izan!

¡Estaba vivo! Mi sueño no había sido mentira a pesar de todo. Use todo mi poder para correr mucho más rápido. ¿Qué harían Nazan, Izan y una hada? Seguro que nada bueno conociendo a Nazan.

Y entonces vi toda la escena. Nazan se encontraba acorralado por Izan que mantenía la daga en su cuello y un hada se encontraba tumbada a metros de ellos llorando. En lo que tarde en parpadear Izan dejó de brillar y sus alas desaparecieron. Los papeles se cambiaron, ahora era Nazan el que estaba acorralando a Izan. Si no intervenía…

En cuanto me acerqué un poco, Izan volvió a brillar. Pude sentir como su poder aumentaba al sentirme cerca y sus alas se desplegaron. Fui andando lentamente hasta ellos. Mis ojos fijos en el bello ángel que me observaba embelesado. En mi cara se debían de reflejar todas las emociones que pasaban por mi interior: alivio por que estuviera vivo, alegría por estar otra vez junto a él y miedo por que Nazan le matara. ¿Cuándo me había vuelto tan emocional?

-Erika- mi nombré escapó de sus labios como si el simple hecho de nombrarme le quemara.

-¡Oh!, ¿más compañía?-Dijo Nazan dándose la vuelta y entonces me vió- Erika ¿qué haces aquí?

- Nazan no… lo hagas.- No podía dejar que le matara. No cuando ni siquiera habíamos aclarado las cosas. Mi voz salió apenas como un susurro. Nazan se dio cuenta de que algo no encajaba.

- ¿Qué estas diciendo? ¿Prefieres hacerlo tú misma?- Estaba claro que no sabía lo mio con su hermano.

- No… no… baja esa daga.- Estaba totalmente aterrorizada. Si le mataba… me vengaría eso estaba claro. Él ni siquiera hizo el amago de obedecerme. Apretó la daga más fuerte contra su cuello y de la herida escapó… lo olí antes de verlo. Mi nariz se llenó de su dulce olor, de esa dulce promesa de amor, de ese dulce placer. Por un momento no me importó nada más que ese olor, esa sangre en mi boca mientras su cuerpo se mecía contra el mío… Tuve que pararme en ese momento, no era el lugar ni el instante.

- ¿Qué coño estás diciendo Erika? Tengo que matarle por todo…- Dijo mientras miraba a Izan y hundía un poco más la punta de la daga en su cuello. Volvió a mirarme – Y también querías tú hace unas horas.

Entonces le miré realmente a la cara. La cara de Nazan era una máscara de ira, venganza y cólera. Quería la muerte pasará lo que pasará. Debía de pensar rápido. ¿Qué es lo qué podía hacerle cambiar de opinión? ¿Tenía algo que me ayudara?

En ese instante Izan se pudo de rodillas. Su cara me miró con la confianza que a mi me faltaba, con ternura y cariño.

- “Erika te amo”- Lo escuché en mi mente. Mi boca se debió de abrir por la impresión. En su cara había resolución, había llegado a mi misma conclusión, este era su fin.- “Perdóname.”

Sabía algo que Nazan quería y yo no estaba dispuesta a dárselo. Algo que le daría a cambio de la vida de Izan sin ni siquiera pensarlo. Nazan elevó la daga para propinarle su último golpe. Los ojos de Izan estaban fijos en los míos, en su cara no había dolor, ni acusación, solo se veía amor. Deje de mirarle, no podía decir lo que estaba a punto de decir con sus ojos en los míos.

-¡¡No!!- Me adelante un paso.- Sí no le matas…- Tragué saliva y volví a comenzar.- Sí no le matas aceptaré casarme contigo.

2 comentarios:

  1. oooo dios
    e leido toda la hitoria
    esta bien padre
    porfa sigue escribiedo
    creo que si no lo ases me volvere loca jaja
    bueno espero el proximo capitulo
    escibelo pronto

    besos

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  2. Muchas graciass!!!
    En seguida subiré dos capítulos más!!! ;)

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